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2 de noviembre: por la seguridad de quienes informan la verdad

Acabar con la impunidad de los crímenes contra periodistas sigue siendo uno de los desafíos más grandes y urgentes de nuestro tiempo. Cada 2 de noviembre, el mundo conmemora el Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2013 mediante la Resolución A/RES/68/163, en memoria de los dos periodistas franceses asesinados en Malí ese mismo año. Esta fecha busca reafirmar el compromiso global con la libertad de expresión, la seguridad de los profesionales de los medios de comunicación y el derecho de todos los ciudadanos a recibir información veraz.

Desde 1993, más de 1.700 periodistas han sido asesinados ejerciendo su trabajo, según el Observatorio de Periodistas Asesinados de la UNESCO. Lo más preocupante es que el 85 % de estos crímenes permanecen impunes, una cifra que apenas ha disminuido en la última década. Esta impunidad no solo priva a las víctimas y a sus familias de justicia, sino que también tiene un efecto sobre la sociedad, alimentando el miedo, la autocensura y la desinformación.

En su Informe 2024 sobre la seguridad de los periodistas y la cuestión de la impunidad, la Directora General de la UNESCO advirtió que más de la mitad de los ataques mortales recientes ocurrieron en zonas de conflicto o crisis humanitaria. Las guerras en Ucrania, Sudán y Gaza han puesto de manifiesto la extrema vulnerabilidad de los periodistas que cubren conflictos armados. Desde octubre de 2023, la escalada de violencia en Gaza ha provocado la muerte de más de un centenar de periodistas y trabajadores de los medios, según la Federación Internacional de Periodistas (FIP) y el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), convirtiéndose en uno de los episodios más letales para la prensa en tiempos recientes. La ONU y la UNESCO han denunciado que los ataques a profesionales de los medios en la Franja de Gaza constituyen una grave violación del derecho internacional humanitario y una amenaza directa a la libertad de información.

Las mujeres periodistas enfrentan, además, riesgos específicos. Según el estudio de la UNESCO The Chilling: Global Trends in Online Violence Against Women Journalists (2022), el 73 % de las encuestadas reconoció haber recibido amenazas, insultos o acoso digital vinculado a su trabajo. Estas agresiones, muchas veces sexuales o misóginas, buscan silenciar voces críticas y restringir la participación de las mujeres en el espacio público informativo.

La impunidad, en palabras de la ONU, “da alas a los autores y silencia a las víctimas”. Cuando los crímenes contra periodistas no se investigan ni sancionan, se envía el mensaje de que atacar a quienes informan es un riesgo sin consecuencias. La UNESCO alerta que este fenómeno “daña a la sociedad al encubrir graves abusos de los derechos humanos, la corrupción y la delincuencia.” Frente a ello, la ONU puso en marcha en 2012 el Plan de Acción sobre la Seguridad de los Periodistas y la Cuestión de la Impunidad, el primer marco coordinado del sistema internacional para proteger a periodistas y garantizar justicia. Aún así, persisten enormes desafíos: las nuevas tecnologías han ampliado el alcance de la violencia digital, y en muchos países los sistemas judiciales carecen de independencia o recursos suficientes para investigar los casos.

América Latina es la región más peligrosa para ejercer el periodismo. En países como México, Honduras o Colombia, periodistas que investigan la corrupción, el crimen organizado o los abusos de las fuerzas de seguridad son objeto de amenazas, ataques y asesinatos. En octubre de 2021, la Corte Interamericana de Derechos Humanos dictó una sentencia histórica en el caso de Jineth Bedoya Lima vs. Colombia, reconociendo la responsabilidad del Estado colombiano por la tortura, secuestro y violación de la periodista. Esto marcó un precedente al establecer que los Estados deben adoptar medidas de prevención y protección específicas frente a la violencia de género contra mujeres periodistas y asegurar investigaciones efectivas.

Los periodistas son los ojos y oídos de la sociedad. Su labor sostiene la transparencia y la rendición de cuentas. Este 2 de noviembre, Naciones Unidas y la UNESCO invitan a gobiernos, medios y ciudadanos a romper el ciclo de impunidad y defender la libertad de prensa.

La lucha contra la impunidad no es solo una causa de los periodistas, sino una tarea colectiva. Proteger la verdad es proteger la justicia y la dignidad humana.

Marina de Leiva Álvarez, colaboradora de FIBGAR.