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Jurisdicción Universal en acción: la histórica condena del caudillo Roger Lumbala por crímenes durante la Segunda Guerra del Congo

El juicio contra el ex caudillo Roger Lumbala comenzó el día 12 de noviembre y tuvo lugar hasta el día 15 de diciembre de 2025, ante el Tribunal de Asís de París, Francia. Este hecho, en el marco de la jurisdicción universal, representa un paso histórico hacia la justicia para los supervivientes de las atrocidades masivas en la RDC.

El 6 de noviembre pasado, luego de escuchar testimonios de testigos presenciales, testigos internos y víctimas, entre ellas sobrevivientes de violencia sexual y de género, además del relato de Lumbala, y recabar numerosos informes pertinentes y documentación contextual y jurídica de ONG, la ONU y la Corte Penal Internacional (CPI), los jueces de la instrucción francesa acusaron al ex caudillo congoleño Roger Lumbala Tshitenga de su presunta complicidad y conspiración para cometer crímenes contra la humanidad. Entre ellos se incluyeron asesinatos, actos de tortura, violación, saqueos y esclavitud, incluida la esclavitud sexual, en la República Democrática del Congo (RDC) perpetrados entre los años 2002 y 2003, en las provincias de Tshopo, Haut-Uele e Ituri, en el marco de La Segunda Guerra de la República Democrática del Congo. Luego de ello, el Tribunal de Apelación de París confirmó la acusación contra el caudillo.

Finalmente, el 15 de diciembre de 2025, el Tribunal de Asís de París declaró a Roger Lumbala Tshitenga culpable de complicidad en crímenes de lesa humanidad cometidos en la República Democrática del Congo entre los años 2002 y 2003 y lo condenó a una pena de 30 años de prisión, en una decisión histórica que marca un hito en la lucha contra la impunidad por los crímenes cometidos durante la Segunda Guerra del Congo.

La Segunda Guerra del Congo (1998-2003) cobró más de un millón de vidas y desplazó a millones de personas. A día de hoy, continúa siendo uno de los conflictos más violentos y destructivos de la historia reciente del continente, donde se vieron involucradas hasta nueve naciones africanas y más de 25 grupos armados.

Roger Lumbala fue ex líder del grupo armado no estatal Agrupación Congoleña para la Democracia Nacional (RCD-N), que operó en el este de la República Democrática del Congo (RDC) entre los años 2000 y 2003. Asimismo, se desempeñó como ministro de Comercio Exterior del gobierno de transición congoleño en el período 2003-2005, y, posteriormente, senador hasta el año 2013. Cuando fue arrestado en el año 2021, Lumbala residía en Francia.

Los hechos por los que se le acusó fueron cometidos durante una operación militar llamada “Borrar el tablero” en las provincias de Kivu del Norte e Ituri, por parte del RCD-N. En esta, se acusó a Lumbala de ordenar y suministrar armas a las tropas del RCD-N para que atacaran sistemática y violentamente a la población civil del lugar, con el objetivo de tomar el control de zonas ricas en recursos en esa parte oriental de la República Democrática del Congo, que se encontraba en control del grupo rival, la Agrupación Congoleña para la Democracia y el Movimiento de Liberación (RCD-ML).

El nombre que tomó la operación devino del modus operandi de las tropas que consistía en atacar a la población civil y destruir todo lo que les perteneciera. Según el Equipo Especial de Investigación de las Naciones Unidas, representó “una nueva escala de violencia caracterizada por operaciones premeditadas que utilizan el saqueo, la violación y la ejecución sumaria como herramientas de guerra”. Aldeas, comunidades y familias enteras que vivían en la zona fueron sometidas a abusos atroces con consecuencias devastadoras, asimismo, muchos de los ataques se dirigieron contra comunidades étnicas específicas, como la minoría nande y los pueblos indígenas bambuti. Varios sobrevivientes de estos crímenes están participando en el juicio y 35 víctimas han sido admitidas como partes civiles en el caso.

La jurisdicción universal ha representado un faro de esperanza para las víctimas, ya que, hasta la fecha, los crímenes cometidos durante la Segunda Guerra del Congo (1998-2003) no se habían investigado ni a nivel nacional, ni ante un tribunal internacional. Numerosos sobrevivientes viajaron a París para testificar ante el tribunal y el jurado. Si bien muchos de ellos ya habían declarado ante el juez de instrucción, este momento marca un hito trascendental ya que es la primera vez que compartieron públicamente sus testimonios como parte de un proceso judicial formal.

Por su parte, la Fundación Clooney para la Justicia y TRIAL International,  representaron a varios sobrevivientes en este caso y colaboraron estrechamente con sus socios Justice Plus –con sede en la República Democrática del Congo– y Minority Rights Group. Estos, fueron admitidos como partes civiles y han colaborado a lo largo de la investigación para identificar y apoyar a las comunidades, víctimas y supervivientes.

Tras décadas de impunidad, este juicio representa un primer paso hacia la concreción de justicia para las víctimas de las atrocidades cometidas durante la Segunda Guerra del Congo, y la primera vez que los crímenes cometidos durante la Segunda Guerra del Congo fueron escuchados en un tribunal nacional no militar. En una contemporaneidad con un aumento de graves crímenes internacionales, este proceso constituye un recordatorio esencial del papel que desempeña la jurisdicción universal cuando no hay otra vía de reparación disponible para los sobrevivientes.

Federica Carnevale, Responsable de Proyectos de FIBGAR.