La Jurisdicción Universal recoge los nuevos delitos
Madrid, 14 de julio de 2015. La cuarta reunión de los Grupos de Trabajo de Jurisdicción Universal tuvo lugar en las instalaciones de la Universidad de Leiden en la ciudad holandesa de La Haya. Allí se dieron cita hasta 13 expertos de diversas nacionalidades y que desarrollan su carrera profesional en el campo del derecho penal internacional en Europa.
El Profesor Robert Heinsch fue el punto de contacto de la Fundación Internacional Baltasar Garzón (FIBGAR) y junto con Manuel Miguel Vergara Céspedes, moderaron las sesiones de debate. Los días elegidos fueron el 24 y 25 de junio. Como en ediciones anteriores, cada experto tuvo asignada una serie de provisiones contenidas en los Nuevos Principios de Jurisdicción Universal. Así, tras una breve presentación en la que exponían sus comentarios, enmiendas, apoyo o críticas, se abría la discusión entre los asistentes.
El valor técnico de la reunión era incuestionable ya que contó con la presencia de expertos como Fabricio Guariglia, Coordinador de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional; Helen Duffy, abogada y profesora de Derechos Humanos; Matevz Pezdirc, de la Secretaría del Genocide Network del Eurojust; Pubudu Sachithanandan, de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional; Kirsten Meersschaert, de la organización Coalition for the ICC; Bénédict De Moerloose, de TRIAL; Jürgen Schurr, de REDRESS; Andreas Schüller, del European Center for Constitutional and Human Rights; Nada Kiswanson, de la organización palestina Al Haq; Manuel Ventura, Director de The Peace and Justice Initiative, y Mariana Pena, de Open Dialogue. Además, estudiantes de máster y doctorado de la Universidad de Leiden acompañaron a los presentes a lo largo de todas las sesiones.
El debate se centró en dos líneas principalmente: en un primer lugar se cuestionó y aclaró el espíritu de los Principios como un instrumento con objetivo de máximos que, más allá de codificar y recoger lo ya consensuado hasta ahora en torno a la Jurisdicción Universal, se trata de una herramienta que abre nuevas líneas de discusión y que impulsa la lucha contra la impunidad en nuevos contextos. Un ejemplo de esto fue el análisis de la posible persecución universal de crímenes económicos y medioambientales. Tras una intensa reflexión y diálogo entre todos los expertos, en la que se revisó la necesidad de perseguir estos delitos y sus fundamentos jurídicos, se aceptó la integración de una llamada a los estados a extender su jurisdicción en vistas a perseguir delitos de estas características.
La otra gran línea de debate fue de un carácter puramente técnico, que revisó la terminología y redacción más apropiada para cada uno de los principios. El diálogo se reveló especialmente intenso en torno a la relación entre los tribunales nacionales y la Corte Penal Internacional. También propusieron redacciones alternativas para los obstáculos clásicos en la aplicación de la Jurisdicción Universal, entre ellos las amnistías, la prescripción de delitos, el indulto o las inmunidades.
Además, el Grupo de Trabajo dedicó tiempo para diseñar la mejor protección para las víctimas y testigos que están inmersos en un proceso con base a la Jurisdicción Universal. Pero no fue la única de sus preocupaciones; también insistieron en incorporar un nuevo principio sobre derechos del sospechoso y del acusado. En otro orden de cosas, casi todos los participantes se preguntaron sobre la pertinencia de incluir un principio relacionado con la justicia transicional y los límites que en dichos casos podría tener la Jurisdicción Universal. Al final apostaron por eliminar dicha provisión para evitar una interpretación restrictiva de la Jurisdicción Universal.
Una de las conclusiones más interesantes de esta sesión europea de los Grupos de Trabajo fue el enfoque distinto que un mismo principio puede recibir dependiendo de la región en que se discuta. Siendo ésta la cuarta edición tras Puerto Rico, Paraguay y España, los moderadores pudieron compartir las contradicciones regionales en cuanto a los problemas prioritarios derivados de la impunidad y cómo luchar contra ella.
Las dos jornadas en La Haya sirvieron para recabar todos los comentarios y propuestas que serán compartidas finalmente en Argentina en septiembre de 2015 para consensuar una versión definitiva de los Nuevos Principios de Jurisdicción Universal.
