
La contribución de las personas migrantes en el crecimiento inclusivo y el desarrollo sostenible: hacia una migración segura, ordenada y regulada
Sea en búsqueda de un futuro mejor, o por motivos de fuerza mayor, las personas migrantes han existido desde el inicio de la humanidad. La migración se manifiesta como un importante agente impulsor en el desarrollo sostenible, aportando beneficios no solamente para el migrante, sino también para la comunidad a la cual está llegando, o de la cual forma parte. Para esto, se debe entender qué es lo que motiva este flujo de personas. Si bien es cierto, en algunos casos, la causa es meramente económica; es necesario resaltar que, muchas personas no cuentan con la opción de quedarse en su país de origen, sino que se ven forzadas a dejar su territorio por razones religiosas, políticas o sociales, vinculadas a una persecución que pone en peligro su vida, seguridad o libertad.
Teniendo en cuenta lo anterior, se puede evidenciar que es necesaria una gobernanza migratoria donde se tome como pilar una migración segura, ordenada y regulada, a fin de que las personas que dejan su país de origen no sean objeto de ningún tipo de violencia, o puestos en alguna situación de vulnerabilidad, que de por sí, su propio estatus migratorio les otorga. Con el fin de poder entender correctamente los términos, se debe definir lo que es una migración ordenada, regulada y segura. Se entiende como migración ordenada al movimiento de personas que respeta las leyes y reglamentaciones que regulan la salida del país de origen, así como también el viaje, tránsito e ingreso dentro del país de destino; por otro lado, la migración regular es el desplazamiento a través de una frontera internacional, autorizado para su ingreso o permanencia, es decir, el desplazamiento mediante vías reconocidas; mientras que la migración segura hace referencia a una concepción variable, ligada al bienestar de los migrantes, que podrían caer en situación de desprotección en cualquier momento del proceso migratorio.
Con unas políticas migratorias favorables, la migración ofrece una gran cantidad de beneficios para el crecimiento inclusivo y el desarrollo sostenible, debido a que los migrantes promueven el comercio y la inversión; así como también, aportan competencias, innovaciones y conocimientos para los países involucrados. Sin embargo, si los gobiernos no consideran las necesidades básicas de los migrantes, se sobrecargan las comunidades, se compromete el beneficio del desarrollo; y, además, se pone en peligro a las personas migrantes. Por eso, para que los migrantes puedan desarrollar todo su potencial, es vital atender cuestiones de salud, educación, trabajo y servicios básicos.
En ese sentido, es deber de la comunidad internacional proteger los derechos de las personas migrantes, y asegurar el respeto de sus libertades fundamentales. Por ello, la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante la Resolución 55/93 del año 2000, proclamó el 18 de diciembre como el Día Internacional del Migrante, tras notar el gran elevado flujo de personas que existía, y aún persiste.
Al respecto, según la estimación actual, en 2020 había en el mundo aproximadamente 281 millones de migrantes internacionales, una cifra equivalente al 3,6% de la población mundial; lo cual, sin duda, evidencia la gran relevancia que tiene la población migrante en nuestras sociedades. Con este fin, la Asamblea General de las Naciones Unidas, aprobó en el año 2018, mediante la Resolución 73/195, el Pacto Mundial para la Migración segura, ordenada y regular, que propone un marco de cooperación con el fin de abordar todas las dimensiones de la migración, basándose en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, manifestándose de esta manera la importancia de los migrantes para el desarrollo y el crecimiento tanto a nivel local, regional, nacional e internacional.
Lessa Verushka Saer Lopez, colaboradora de FIBGAR.