BLOG > La participación infantil no es un tema menor
Cada 20 de noviembre, el mundo entero celebra el Día Internacional del Niño. Esta fecha, coincide con la aprobación de la Declaración de Derechos del Niño en 1959 y la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) en 1989. La CDN, que cumple ahora 25 años, aportó una nueva visión de los niños y niñas como sujetos de derechos. A través de sus 54 artículos, recoge los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos de todos los niños y niñas. Se trata del primer instrumento internacional que reconoce a los niños y niñas como agentes sociales y como titulares activos de sus propios derechos. Hoy en día, la Convención sobre los Derechos del Niño ha sidoaceptada por todos los países del mundo, excepto por Somalia y Estados Unidos.
La CDN se sustenta en cuatro principios generales: la no discriminación, el interés superior del niño, el derecho a la vida y la participación. Más allá de ser un derecho en sí mismo, la participación infantil se convierte en un principio básico a la hora de interpretar el resto de derechos. Este principio viene respaldado por aquellos artículos de la Convención que recogen el derecho de los niños y niñas a expresar su opinión y a que esta se tenga en cuenta en los procesos que les afectan, el derecho a buscar, recibir y difundir informaciones e ideas, el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión, así como el derecho a la libertad de asociación. En 2009, el propio Comité de los Derechos del Niño profundizó en el significado del derecho del niño a ser escuchado. El Comité reclama a los Estados “desmantelar las barreras jurídicas, políticas, económicas, sociales y culturales que inhiben la oportunidad de que los niños sean escuchados y el acceso de los niños a la participación en todos los asuntos que les afecten”.
En España, son varias las iniciativas que trabajan para defender y desarrollar los derechos a la participación infantil y que centran su trabajo en acercar la voz de los niños y niñas a la toma de decisiones. En especial, en el ámbito local y las políticas públicas municipales. Este mismo mes, la ciudad de Guadalajara acogía el Tercer Encuentro Estatal de Consejos de Participación Infantil y Adolescente. Este encuentro, organizado por UNICEF y la Plataforma de Infancia de España, tiene por objetivo conocer iniciativas innovadoras en el ámbito de la participación, promover transformaciones de la realidad y favorecer el conocimiento de sus derechos por parte los niños. El encuentro ha dado lugar al ‘Manifiesto de Guadalajara’ en el que los niños, niñas y adolescentes allí reunidos exponen sus demandas en materia de participación, educación y crisis económica, entre otras.
Otro proyecto que va extendiendo la idea de la participación infantil por el territorio de nuestro país es el programa Ciudades Amigas de la Infancia. Con este programa, UNICEF España pretende impulsar y promover la Convención de los Derechos del Niño a nivel local. En la actualidad, 120 municipios españoles cuentan con el reconocimiento de Ciudad Amiga de la Infancia. Sus principales objetivos son la creación de Planes de Infancia Municipales, impulsar el desarrollo de los derechos de los niños y niñas y promover la participación infantil en la vida pública municipal, concretamente, mediante la creación de Consejos de Infancia. Además, también son los creadores del conocido como Parlamento Infantil, plataforma web donde niños, niñas y adolescentes de todo el país pueden participar a nivel local o estatal.
Iniciativas como estas nos recuerdan que fomentar la participación infantil es una tarea de toda la sociedad, desde las administraciones locales al gobierno central. Trabajar por ello no implica solo crear una ciudadanía más responsable, crítica y activa, es en definitiva, la defensa de los derechos de los niños y niñas, un mandato como sociedad. La participación infantil no solo beneficia a los más pequeños y les hace aprender. Sus puntos de vista o sus ideas sobre el significado de la igualdad, la justicia y la dignidad, que suelen estar despojadas de cinismo e hipocresía, nos benefician a todos. Los niños y niñas tienen mucho que decir y el resto de la sociedad tiene mucho que escuchar.
