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Comunicado elecciones, memoria y democracia

Ante las próximas Elecciones Generales del día 23 julio de 2023, las asociaciones memorialistas que conformamos la Plataforma de la Comisión de la Verdad demandamos a todas las candidaturas que se presentan, que asuman un compromiso en sus propuestas y programas sobre las políticas de memoria democrática, que faciliten establecer en nuestro país el conocimiento de las reivindicaciones de las víctimas de la dictadura, la defensa de las libertades democráticas y los derechos que tanto han costado conseguir en nuestra historia más reciente. Que deben ponerse al servicio y fomento de la cohesión y solidaridad entre las diversas generaciones de acuerdo a los principios y libertades constitucionales. Y todo ello porque “el conocimiento por un pueblo de la historia de su opresión forma parte de su patrimonio y debe, por ello, conservarse».

En palabras de Nuccio Ordine, recientemente fallecido, «Una sociedad desmemoriada, sin relación con su pasado, es una sociedad que no tendrá democracia. La memoria es fundamental para comprender el presente y prever el futuro».

Y ante esta convocatoria de elecciones, caracterizadas por los llamamientos de algunas fuerzas de la reacción a derogar el avance en derechos, retroceder en conquistas sociales y provocar una autentica involución política, nos planteamos llamar a ejercer nuestro derecho al voto, que tanto nos ha costado conseguir, y a participar en cuantos ámbitos de opinión e influencia podamos para que nuestras opiniones sean tenidas en cuenta, para no ser solo espectadores en asuntos que tanto nos interesan y afectan a nuestra vida y a nuestra sociedad en su conjunto.

Sabemos que es tarde para muchas víctimas y familiares, que no podrán ver reconocidos sus derechos por excesivo tiempo transcurrido, pero podemos, y debemos, explicar lo sucedido, en su integridad, para reparar los daños ocasionados, tomando las medidas adecuadas para la no repetición, ni de enfrentamientos, ni de justificación de la violencia política, ni de la exaltación de la dictadura. Una democracia consolidada no puede ni debe permitirse, ni tolerar, que existan víctimas sin derechos y campos y cunetas con miles y miles de desaparecidos, niños robados o sentencias vivas por delitos políticos adjudicados a los que defendieron el régimen legal y legítimo de la Segunda República Española.

Nos alarma, en nuestro país, el regreso del espíritu de la intolerancia, el desprecio, en ciertos círculos, a los derechos humanos, el odio al diferente y el continuo envenenamiento con mentiras que, en ocasiones, solo convencen a los adeptos, pero también alejan a algunos sectores de la población de los asuntos públicos.

«No, el Estado y régimen político franquista no alcanzaron nunca esa representación legítima como Estado de Derecho, su origen mismo se lo impedía, nunca pasó de ser un pseudo Estado de Derecho» (Julio Aróstegui)

Lo que traducimos a conversación corriente, no se puede ser simultáneamente demócrata y franquista, añorante de la dictadura y valedor de nuestra constitución… Como sentenció Patricio Alwing, «donde la verdad no es respetada se quiebra la confianza entre las personas, surgen las dudas, las descalificaciones y consiguientemente los odios y la tentación de la violencia. La mentira es antesala de la violencia e incompatible con la Paz”.

Hoy, como ayer, como siempre, debemos votar las opciones que estimemos más acertadas en sus propuestas programáticas, nuestras afinidades ideológicas o de cualquier otra índole… Pero, nuestro voto también debe llevar implícito el rechazo a la barbarie, los totalitarismos, racismos, militarismos, antifeminismos o procesos negacionistas o deshumanizadores…

La memoria que reclamamos es la que nos une en defensa de la libertad, de las libertades, la que es su producto y su herramienta de comprensión. La memoria como sedimento de la libertad, porque para imaginar un futuro mejor es necesario recordar el pasado. Y en nuestro país es imprescindible exhumarlo, reivindicarlo, también con el voto, así como la verdad y nuestra memoria democrática.

Plataforma por la Comisión de la Verdad.