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— Entrevista a Isabel Zuleta

¿Quién eres? ¿Y por qué te consideras feminista?

El feminismo, mas que una opción política, es una condición de vida. Es la manera en que uno asume las relaciones interpersonales, las relaciones familiares, las relaciones comunitarias. El feminismo es entonces una condición en la que uno se asume para el respecto de si misma y para exigir el respeto a las demás. Se vuelve colectivo en la medida en la que nos juntamos con otras mujeres y exigimos ese respeto. Pero, además, también estamos exigiendo una transformación de los hombres, en su visión de lo que somos las mujeres.

La situación del feminismo es distinta en cada parte del mundo a pesar de tener un denominador común, ¿qué elementos generan esa diferenciación?

La diferenciación viene por una parte de las características de las diferentes sociedades. Las sociedades mas de derecha, mas conservadoras, por supuesto que van a tener unas características de mayor violencia y discriminación hacia las mujeres.

Pero también viene del centralismo, que es la manera como el capitalismo a ordenado el poblamiento – la concentración poblacional, que deriva en ciudades y poblados. Hay una gran diferencia en las violaciones a los derechos de las mujeres, dependiendo de si se vive en las ciudades o en el campo, a grandes distancias de los centros poblado donde hay una visibilización distinta. No es necesariamente cuestión de mayor visibilización, pero si de tener la posibilidad de acudir mas rápidamente, si se quiere, a organismos de asistencias, o de desempeñar algún proceso de denuncia – aunque muchas veces no sirva-. Las mujeres solas en el campo, totalmente aisladas y sin apoyo, ellas tienen unos mecanismos de respuestas mas débiles y mas frágiles. Porque es la coerción entre las mujeres la que ha ayudado a la defensa contra el feminicidio, pero también a la defensa a los derechos de las mujeres.

La cuestión territorial atraviesa las culturas, pero tiene diferenciaciones en términos de cosmogonía, cosmología. Según esas deidades también están las religiones, que tienen una alta incidencia en la situación del feminismo.  Hay pueblos en los que hay y en los que se aceptan mayor pluralidad dioses, una diversidad de entidades espirituales, pero hay otros que definitivamente no aceptan una pluralidad, y eso tiene incidencia en el lugar que se le da a la mujer, y eso modela comportamientos. Por eso, hemos visto en sociedades donde tienen muy arraigada la religión católica, mas misóginas, mas discriminación hacia la mujer, porque es un Dios hombre. Y porque el papel de la Virgen María y de Eva son los que van a definir la representación del lugar de la mujer en la sociedad.

También están los problemas a los que las sociedades se enfrentan: La inequidad social, las condiciones de pobreza que marcan elementos diferenciadores. El acceso a la formación tiene un efecto en la manera en la que se vive el feminismo en sociedad con ese acceso y en sociedad sin.  Entre las sociedades mas pobres y las sociedades mas equitativas, hay una clara diferencia en la manera como se asumen esos feminismos, ya sean rurales o urbanos. La inequidad en la distribución de la riqueza es un elemento fundamental. Por eso es que hablamos de feminismo de clase, que es un feminismo que tiene en cuenta esa inequidad de la distribución de los bienes, pero también de las posibilidades de acceso de ciertos grupos sociales.

Según tu experiencia, ¿Cuáles son los grandes retos del feminismo de hoy?
¿Y las aportaciones que labores activistas como la tuya dan a tu comunidad?

Los feminismos comunitarios, feminismo de base, tenemos el gran reto de identificar y superar ese patriarcado instalado en las mujeres y en muchos liderazgos, que, por imitación a las formas de liderazgo masculinas, para integrarse en una sociedad tan patriarcal, pues lo que hacen es simplemente imitarlos y penetrar esos espacios de poder, haciendo una burda imitación de lo que no somos. Por eso, hay mujeres que están haciendo muchísimo daño a otras mujeres. Hay que visibilizar también esas mujeres que están viviendo del sufrimiento de otras, reproduciendo falsos programas sociales que además de no sacar a las mujeres de las condiciones en la que estamos la mayoría, sus salarios dependen de ese empobrecimiento y sometimiento de las mujeres.

El gran reto del feminismo hoy es plantear cuales deben ser las orientaciones para las nuevas masculinidades. Llevamos muchos años hablando de los encuentros, círculos de mujeres potenciando esas capacidades de resiliencia que tenemos, superando ese dolor que ha dejado el patriarcado en nuestro ser. Pero definitivamente, hay que hacer el transito en la orientación de esas nuevas masculinidades, que son posibles, que también se están dando, pero que tenemos que orientar con un objetivo común, y asumir como un reto del feminismo,

Definitivamente falta por hacer, pero hay que seguir trabajando en aspectos fundamentales como los derechos sexuales y reproductivos, la violencia que se ejerce a través de la libertad sexual y reproductiva, tanto para los hombres como para las mujeres. Se ha hecho mucho, se ha avanzado, pero falta muchísimo por hacer. Hay que hacer un mayor esfuerzo para que se visibilicen esas violencias.

En estos días se hizo un ejercicio en un municipio cercano, con muy buenas condiciones económicas, que son municipio digamos ejemplo de una subregión de nuestro departamento, y que se veía como muy prospero en términos de capitalismo. Cuando nos llamaron para hacer una revisión de su política de genero, pues lo primero que pedí fue que me dieran los datos de feminicidio, de violaciones y se quedaron sorprendidos porque efectivamente los datos están, pero no son visibles. Están ahí, reportados por las autoridades, pero nadie los quiere visibilizar, porque eso podría hasta afectar la economía, o por lo menos fue el análisis que me dieron. Hay que visibilizar esos datos, no solamente contar y documentarlos, si no hacerlos visibles. Una propuesta fue que hicieran una gran vaya en donde los expusieran de una manera cruda y dura. Y dijeron que no, que no era posible porque iba a afectar la buena imagen que tenían. Hay que superar esa hipocresía y sacar de esa casa en las que están albergadas esos datos duros, para empezar a visibilizarlos, porque otro de los retos, es la sanción moral. Ha habido un avance en la legislación de sanciones punitivas en la mayoría de los estados, pero hay que avanzar en esa sanción moral. Esa sanción tiene mucho que ver con el nivel de exposición de los crímenes asociados a la violencia contra las mujeres. Todos los feminicidios deberían tener la suficiente exposición precisamente para que generen esa vergüenza, sanción moral, exclusión del grupo social de todos los abusadores de las mujeres, de los que abusan de su poder en los espacios laborales. Entonces un gran reto es aumentar esa presión social, aumentar esos mecanismos de sanción moral.

Las aportaciones que labores como la mía dan a la comunidad es la posibilidad de pensar la homogeneización que genera una sociedad capitalista que piensa que todos somos iguales y que no hay lugar a la diferencia. Y en ese lugar a la diferencia esta el pensamiento del feminismo, y las construcciones feministas, que siempre son colectivas. En la búsqueda de entender esta heterogeneidad, de abrir esos espacios para que se entienda que la naturaleza es otro actor que toma decisiones, un actor fundamental en los territorios, pues creo que hacemos un aporte también en esa apertura, en un pensamiento distinto. Generalmente no se tiene en cuenta los animales, así como históricamente no se tuvo en cuenta las mujeres. No se ha dado aun la voz a las montañas, los ríos, a los animales mas allá de los animales domésticos, que en algunos casos han tenido mejores condiciones que los animales silvestres. Pero esta apertura de pensamiento se esta dando desde la lucha ambientalista y esta aportando muchísimo al feminismo, así como otras luchas desde lugares distintos. Pero en particular aquellos que se piensen el hábitat que les rodea, el daño que hacen con su comportamiento inconsciente, comportamiento irracional, pues necesariamente van a tener que pensar en las estructuras patriarcales. Y ese es el aporte que hacemos desde los movimientos ambientalistas, no solo haciendo un trabajo y un esfuerzo al interior del movimiento muy grande para que se plantee los asuntos del patriarcado en una perspectiva ambiental, ecológica, si no hacia afuera también. Pero primero desde adentro, en una reflexión interna que supere esas estructuras al interior de la organización para poder dar una exposición con coherencia en los escenarios en los que se den esas reivindicaciones de derecho.

¿Que consecuencias medioambientales han tenido las regiones afectadas por el inicio de la construcción? ¿El territorio es la vida de los pueblos originarios, como les está afectando?

Un mega proyecto hidroeléctrico, una gran empresa como lo es Hidroituango, definitivamente es un proyecto patriarcal. Es une ejercicio de dominación del territorio, así esta incluso en la narrativa de la puesta extractivita.  Y estos mega proyectos lo que buscan es dominar los territorios en nuestro caso salvajes; unas montañas, un cañón, un rio. Y ese ejercicio de dominación es el mismo ejercicio de dominación que históricamente hemos sufrido las mujeres. Para nosotros hay una gran relación con lo que ocurre con la naturaleza y lo que ha ocurrido con la vida de las mujeres.