
Más Allá del Dolor: El Mundo Frente a la Tortura en el Siglo XXI
Cada 26 de junio, el mundo conmemora el Día Internacional en Apoyo a las Víctimas de la Tortura, una fecha establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante la resolución 52/149. Esta jornada busca sensibilizar a los Estados y a la sociedad civil sobre la urgente necesidad de erradicar la tortura y garantizar la reparación integral de quienes han sido víctimas de este delito.
La tortura es reconocida como un crimen de lesa humanidad dentro del sistema internacional de protección de los derechos humanos. En 1984, las Naciones Unidas aprobaron la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, que establece una definición clara del término “tortura” y fija los límites legales necesarios para prevenir su práctica.
Este día representa un llamado al cumplimiento efectivo de dicha convención, instando a los Estados a proteger a sus habitantes de sufrir tortura, así como a implementar mecanismos de justicia y reparación accesibles para las víctimas.
Según datos del Instituto Vasco de Criminología, entre 1976 y 2015 se identificaron más de 1,000 víctimas de tortura en diferentes contextos. Además, informes recientes de organizaciones como Amnistía Internacional, basados en la 77ª sesión del Comité contra la Tortura (julio de 2023), han expresado preocupación por la falta de compromiso estatal en varios países para cumplir con las obligaciones establecidas en la Convención.
En el plano internacional, los conflictos armados continúan generando graves violaciones a la dignidad humana. Un ejemplo preocupante es el informe de Naciones Unidas de 2024 sobre presuntas torturas y violencia sexual en la prisión israelí Sde Teiman. En dicho informe se documenta un patrón sistemático de abusos contra personas palestinas detenidas arbitrariamente, incluyendo mujeres y niños. Se estima que alrededor de 9,500 palestinos y palestinas permanecen encarcelados, muchos en centros de detención improvisados, donde se han reportado agresiones como ataques con perros, privación de atención médica, alimentación y sueño, así como torturas mediante electrocución, ahogamiento, chantajes y violencia sexual.
De igual manera, la Relatora Especial sobre la Tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes de las Naciones Unidas, Alice Jill Edwards, en el informe de 18 de julio de 2024, que indicado que, durante el último año, se ha registrado un alarmante aumento de casos de tortura y otras violaciones graves a la dignidad humana en contextos de conflicto armado. La Relatora Especial ha reunido pruebas que demuestran que, en la guerra de Rusia contra Ucrania, la tortura y otros actos crueles e inhumanos forman parte de una política estatal destinada a intimidar, castigar, infundir miedo o extraer información y confesiones.
En este mismo informe, la Relatora señala que, en Sudán, las principales fuerzas enfrentadas han llevado a cabo campañas sistemáticas de detenciones arbitrarias, encarcelamientos, tortura y malos tratos contra la población civil.
Además, preocupa la tendencia general al autoritarismo en un año marcado por numerosos procesos electorales. Las protestas recientes, motivadas por demandas de cambio político, el aumento del costo de vida y reacciones a acontecimientos internacionales, han sido reprimidas con uso excesivo de la fuerza y actos de violencia en muchos países. Durante el año pasado, se registraron protestas con episodios de violencia en lugares como Angola, Argentina, Bangladés, Belarús, Comoras, Congo, España, Estados Unidos, Georgia, Grecia, Guatemala, Haití, Irán, Israel, Jordania, Kenia, Kosovo, Madagascar, México, Mozambique, Nepal, Pakistán, entre otros.
De igual manera, las pruebas disponibles sobre los ataques perpetrados por Hamás en Israel el 7 de octubre de 2023 indican graves violaciones del derecho internacional, incluyendo asesinatos, toma de rehenes, tortura y violencia sexual. A su vez, la Relatora Especial se ha pronunciado ante Israel por denuncias de tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes contra personas palestinas detenidas, y ha valorado positivamente la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Israel de ordenar el cierre del campamento de detención militar de Sde Teiman.
A pesar de los esfuerzos internacionales para erradicar la tortura, estas prácticas persisten en diversas regiones del mundo, por lo que el llamado es claro: todos los Estados deben garantizar la dignidad humana y prevenir la comisión de estos crímenes.
El Día Internacional en Apoyo a las Víctimas de la Tortura también destaca el valioso trabajo de organizaciones como Amnistía Internacional, Human Rights Watch y el Comité Internacional de la Cruz Roja, que actúan como vigilantes y denunciantes frente a estas violaciones, especialmente en contextos de conflicto.
Finalmente, esta conmemoración es un recordatorio urgente para que los países cumplan con los mecanismos internacionales, como la Convención contra la Tortura y su Protocolo Facultativo, que promueven la creación de mecanismos nacionales independientes de prevención, así como la asistencia jurídica, médica, social y humanitaria necesaria para garantizar la rendición de cuentas y evitar la repetición de estos crímenes.
Sophia Castro, Colaboradora de FIBGAR