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Por qué existe Naciones Unidas, para qué y para quiénes

Hoy conmemoramos la creación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), fundada hacia el final de una cruel, despiadada e inolvidable Segunda Guerra Mundial, con el objetivo de estabilizar las relaciones internacionales y construir una base más sólida para la paz.

Si bien el término «Naciones Unidas» se pronunció por primera vez el 1 de enero de 1942, cuando una alianza de 26 países firmó la Declaración de las Naciones Unidas, con la cual se comprometían a luchar contra las Potencias del Eje, la ONU fue creada en 1945 con la ratificación de la Carta de las Naciones Unidas o Carta de San Francisco por parte de 51 Estados con cuatro propósitos fundamentales.

En primer lugar, las Naciones Unidas buscan mantener la paz y seguridad internacionales, tomando medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz, y para suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz; y logrando por medios pacíficos, y de conformidad con los principios de la justicia y del derecho internacional, la solución o arreglo de controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz.
Sin embargo, Naciones Unidas y los organismos que integran su sistema son mucho más que una organización dedicada al mantenimiento de la paz y un foro para la solución de conflictos, ya que llevan a cabo un vasto conjunto de tareas destinadas a mejorar la vida de las personas en todo el mundo.

La Carta de San Francisco establece también que las Naciones Unidas tienen como objetivo fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y de la libre determinación de los pueblos, así como otras medidas adecuadas para fortalecer la paz universal.

Para ello cuenta, por ejemplo, con una Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH), establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1993 por medio de la resolución 48/141 que también detalla su mandato, que fue adoptadas solo unos meses después de que la Conferencia Mundial de Derechos Humanos adoptara la Declaración y Plan de Acción de Viena, que no solo renovó el compromiso del mundo en pro de los derechos humanos sino también instó al fortalecimiento y armonización de la capacidad de supervisión del sistema de las Naciones Unidas con respecto a los derechos humanos.

En tercer lugar, la ONU busca realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión. Esto lo hace, por ejemplo, a través de la coordinación de las operaciones de socorro frente a los desastres naturales o provocados por el ser humano, en las zonas donde la capacidad de las autoridades locales no es suficiente para hacer frente a la situación.
En los últimos años, la ONU ha extendido los propósitos que sus fundadores habían previsto en 1945, fijando objetivos globales de desarrollo sostenible y un plan de acción para alcanzarlos (Agenda 2030), con el fin de erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos.

En último lugar, las Naciones Unidas siguen representando el centro en el que se deberían armonizar los esfuerzos de los Estados por alcanzar estos propósitos comunes, el lugar donde todas las naciones del mundo pueden reunirse, discutir problemas comunes y encontrar soluciones compartidas que beneficien a toda la humanidad.

Estos objetivos fundamentales, que han hecho posible los logros alcanzados por las Naciones Unidas y los organismos que la integran desde 1945, siguen siendo importantes como siempre.

Sin embargo, a 76 años desde su constitución, los 193 Estados miembros de la ONU están llamados a enfrentar desafíos diferentes de los que los padres fundadores tuvieron que afrontar, pero no menos relevantes. El orden del día el mundo se enfrenta a unas cifras económicas y sociales preocupantes, también a causa de la pandemia ocasionada por el COVID-19, que plantean grandes retos para la ONU y sus miembros.

Nuevamente, estos son problemas mundiales, que no pueden ser resueltos por un país por sí solo. Pero las Naciones Unidas sólo podrán ayudar a hacer frente a esos retos si todos renovamos nuestro empeño en contribuir a esta tarea común.

Por ello, es importante recordar por qué existen las Naciones Unidas, para qué y para quiénes.

Hoy conmemoramos la creación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), fundada hacia el final de una cruel, despiadada e inolvidable Segunda Guerra Mundial, con el objetivo de estabilizar las relaciones internacionales y construir una base más sólida para la paz.

Si bien el término «Naciones Unidas» se pronunció por primera vez el 1 de enero de 1942, cuando una alianza de 26 países firmó la Declaración de las Naciones Unidas, con la cual se comprometían a luchar contra las Potencias del Eje, la ONU fue creada en 1945 con la ratificación de la Carta de las Naciones Unidas o Carta de San Francisco por parte de 51 Estados con cuatro propósitos fundamentales.

En primer lugar, las Naciones Unidas buscan mantener la paz y seguridad internacionales, tomando medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz, y para suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz; y logrando por medios pacíficos, y de conformidad con los principios de la justicia y del derecho internacional, la solución o arreglo de controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz.
Sin embargo, Naciones Unidas y los organismos que integran su sistema son mucho más que una organización dedicada al mantenimiento de la paz y un foro para la solución de conflictos, ya que llevan a cabo un vasto conjunto de tareas destinadas a mejorar la vida de las personas en todo el mundo.

La Carta de San Francisco establece también que las Naciones Unidas tienen como objetivo fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y de la libre determinación de los pueblos, así como otras medidas adecuadas para fortalecer la paz universal.

Para ello cuenta, por ejemplo, con una Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH), establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1993 por medio de la resolución 48/141 que también detalla su mandato, que fue adoptadas solo unos meses después de que la Conferencia Mundial de Derechos Humanos adoptara la Declaración y Plan de Acción de Viena, que no solo renovó el compromiso del mundo en pro de los derechos humanos sino también instó al fortalecimiento y armonización de la capacidad de supervisión del sistema de las Naciones Unidas con respecto a los derechos humanos.

En tercer lugar, la ONU busca realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión. Esto lo hace, por ejemplo, a través de la coordinación de las operaciones de socorro frente a los desastres naturales o provocados por el ser humano, en las zonas donde la capacidad de las autoridades locales no es suficiente para hacer frente a la situación.
En los últimos años, la ONU ha extendido los propósitos que sus fundadores habían previsto en 1945, fijando objetivos globales de desarrollo sostenible y un plan de acción para alcanzarlos (Agenda 2030), con el fin de erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos.

En último lugar, las Naciones Unidas siguen representando el centro en el que se deberían armonizar los esfuerzos de los Estados por alcanzar estos propósitos comunes, el lugar donde todas las naciones del mundo pueden reunirse, discutir problemas comunes y encontrar soluciones compartidas que beneficien a toda la humanidad.

Estos objetivos fundamentales, que han hecho posible los logros alcanzados por las Naciones Unidas y los organismos que la integran desde 1945, siguen siendo importantes como siempre.

Sin embargo, a 76 años desde su constitución, los 193 Estados miembros de la ONU están llamados a enfrentar desafíos diferentes de los que los padres fundadores tuvieron que afrontar, pero no menos relevantes. El orden del día el mundo se enfrenta a unas cifras económicas y sociales preocupantes, también a causa de la pandemia ocasionada por el COVID-19, que plantean grandes retos para la ONU y sus miembros.

Nuevamente, estos son problemas mundiales, que no pueden ser resueltos por un país por sí solo. Pero las Naciones Unidas sólo podrán ayudar a hacer frente a esos retos si todos renovamos nuestro empeño en contribuir a esta tarea común.

Por ello, es importante recordar por qué existen las Naciones Unidas, para qué y para quiénes.

Ashley Morales Garzón, colaboradora de FIBGAR.