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Primer aniversario de los Principios de Jurisdicción Universal

Manuel Miguel Vergara. Director del Departamento Legal. FIBGAR

El 10 de septiembre de 2015 Argentina, con una vocación por elevar la voz de las víctimas latinoamericanas del último siglo y, en definitiva, de representar a los damnificados de todo el mundo por delitos internacionales lanzó los Principios de Madrid – Buenos Aires de Jurisdicción Universal en el Congreso Internacional organizado por la Fundación Internacional Baltasar Garzón (FIBGAR). Hoy, cuando se cumple el primer aniversario de este texto, conviene ver qué se ha hecho desde entonces, pero especialmente, cuáles son los siguientes pasos a dar.

Todo comenzó a principios de 2014 cuando un primer comité científico de expertos se reunió para plantear la necesidad de actualizar los anteriores esfuerzos doctrinales por articular la jurisdicción universal (los Principios de Princeton y de Cairo-Arusha). La jurisdicción universal es un criterio de jurisdicción que permite a jueces nacionales investigar y, en su caso, enjuiciar delitos internacionales sin que exista ninguna conexión entre el crimen y el Estado que los juzga. Así pues, no importa la nacionalidad de la víctima o del perpetrador, tampoco el país en que delinca: si se trata de graves ofensas como el genocidio o los crímenes de lesa humanidad cualquier Estado está llamado a perseguirlos. Esto da un pasaporte universal a la víctima que podrá acudir a cualquier juez del mundo si en su país no encuentra justicia.

La utilidad de la jurisdicción universal ha quedado demostrada en los casos Pinochet, Eichmann, Scilingo o Hissène Habré. No obstante, lejos de conformarse, FIBGAR quería ir más allá. ¿Qué hay de los graves delitos económicos y medioambientales? Su impunidad no puede perpetuarse y su persecución debe ser universal. Ésta es sólo una de las innovaciones propuestas por los 6 grupos de trabajo que se reunieron en España, Países Bajos, Sudáfrica, Asunción, Argentina o Puerto Rico que culminó con el lanzamiento en Buenos Aires que hoy conmemoramos.

Desde entonces se iniciaron nuevas fases que responden a la necesidad de difundir este texto, acercar esta herramienta a víctimas, defensores de derechos humanos y académicos para que en sus lugares de origen se consolide la protección universal del ser humano. El primer grupo de trabajo de difusión fue el de Lomé, Togo, en África Occidental donde la Delegación de la Unión Europea acogió un exitoso evento que contó con especialistas de seis países de la región. También se impartieron conferencias en las Universidades estatales de Kara y Lomé y se fomentó la participación de la sociedad civil togolesa en un último evento abierto al público.

Por delante queda un evento en la sede neoyorkina de Naciones Unidas donde grandes expertos como Baltasar Garzón, Benjamin Ferencz y Demba Kandji compartirán sus experiencias con los representantes de los Estados miembros de la ONU. Ponencias sobre jurisdicción universal se impartirán en Arusha (Tanzania) así como cursos a alumnos de postgrado en la Universidad San Carlos de Guatemala. Otros grupos de trabajo de difusión de los Principios están tomando forma en Filipinas, Chile, Estados Unidos y Jordania que beberán de los esfuerzos de investigación que el personal técnico y voluntarios de FIBGAR realizan desde su sede en Madrid. Todo esto con un objetivo: vigorizar, difundir y asentar un principio que convierte a la obligación moral de todo Estado de luchar contra la impunidad en una verdadera herramienta judicial: la jurisdicción universal.

Conoce los acuerdos de Congreso de Jurisdicción Universal del Siglo XXI Buenos Aires