Unidos contra el Bullying
La violencia en las aulas, entre las que se incluyen prácticas como el ciberacoso, están, lamentablemente, muy extendidas entre los centros educativos, afectando a un número muy elevado de niños y adolescentes.
La falta de mecanismos efectivos en los centros para atajar estas situaciones, así como la habitual falta de preparación del profesorado y rectorado de los mismos, se traduce en complicaciones para los menores a la hora de desarrollar sus actividades cotidianas en las aulas, así como en dificultades para establecer una convivencia sana con sus compañeros, desembocando finalmente en vivencias tan graves como el acoso escolar. Son situaciones que es necesario controlar y erradicar de manera efectiva.
UNESCO ha llevado a cabo diversos estudios en materia de violencia escolar en diferentes países, concluyendo que casi uno de cada tres estudiantes de todo el mundo declaró ser víctima de acoso escolar durante el mes anterior, viviendo un “verdadero y constante flagelo”.
Por otro lado, este organismo ha señalado que el acoso escolar no solo afecta a los resultados académicos de las víctimas, ya que estos estudiantes tienen más probabilidades de faltar a clase, y por tanto tener un peor rendimiento, sino que también tiene un claro efecto sobre la salud, pues “los jóvenes que lo padecen tienen el doble de probabilidades de sentirse solos, de no poder dormir por la noche e incluso de tener pensamientos suicidas”.
Si bien el informe Behind the numbers: Ending school violence and bullying (Detrás de los números: Poner fin a la violencia y el acoso escolar), elaborado por la UNESCO, es una evidencia de la existencia y la actualidad de esta problemática, también demuestra que algunos países han hecho progresos para reducir y contener este tipo de violencia.
Sin ninguna duda, una educación basada en valores como el respeto, la empatía y la tolerancia, es el primer paso para acabar con estas actuaciones, pues según los estudiantes entrevistados en el estudio, la apariencia física es la causa más común de intimidación, seguida por la raza, la nacionalidad y el color de la piel, lo que evidencia la urgencia de crear una formación basada en estos valores entre todos los estudiantes.
No obstante, el informe atisba un rayo de esperanza, ya que destaca la existencia de medidas, que se han demostrado eficaces, para reducir la violencia y el acoso escolar, tales como el compromiso de promover un clima escolar seguro y positivo, la implantación de sistemas eficaces de denuncia y seguimiento, la formación a los docentes, el respaldo y la orientación de los alumnos afectados, etc.
Por otro lado, UNICEF, que también esta profundamente concienciado en este aspecto, señala las que son las cuatro claves para acabar con el acoso, ya que supone una clara y grave vulneración de los derechos de los niños, siendo estas: entender, conectar, prevenir y actuar.
Como ya señalaba Stefania Giannini, Subdirectora General de Educación de la UNESCO, “a través de una combinación de un fuerte liderazgo político y otros factores como la formación, la colaboración, la información y el seguimiento, podemos aliviar el clima de miedo creado por el acoso escolar y la violencia. Todos los niños, niñas y jóvenes tienen derecho a un entorno de aprendizaje seguro, inclusivo y eficaz”.
Es innegable que en este sentido queda mucho por hacer, pues en el I Estudio sobre el Acoso Escolar en España, llamado “Dilo todo contra el Bullying”, se destacaron cifras que resultaron tan alarmantes como urgentes, entre las que además se señalaba que los profesores no se sienten preparados para afrontar esas situaciones y los testigos siguen prefiriendo mantenerse al margen.
Además, en el estudio se ha señalado que 1 de cada 5 niños escolarizados sufre bullying en España y sólo el 15% de las víctimas se atreven a contárselo a familiares o profesores. En cuanto al papel de los docentes, solo el 9% de los españoles piensa que los profesores y centros escolares están preparados para temas de acoso escolar, y únicamente el 16% de los profesores consideran que están verdaderamente capacitados para resolver situaciones de acoso.
Por todo ello, hoy 2 de mayo se conmemora el Día Internacional contra el Bullying y el Acoso Escolar, pero es necesario tomar conciencia de esta problemática y sus graves consecuencias todos los días del año, dejando de ser meros espectadores del horror y el sufrimiento de otros y pasando a ser parte de la solución y el fin de estas situaciones.
Isabela López De Castro, colaboradora de FIBGAR
