Informe 2024: la consecución de los ODS sigue siendo un reto complicado. El compromiso firme de FIBGAR
Sin una inversión masiva y un aumento de las medidas, el cumplimiento de lo indicado por la Agenda 2030 seguirá siendo un reto complicado.
En septiembre de 2015, los 193 miembros de las Naciones Unidas aprobaron la conocida Agenda 2030, un ambicioso proyecto de la comunidad internacional con el objetivo de luchar contra la pobreza, el cuidado del planeta y la disminución de las desigualdades en los siguientes quince años. A través de este plan, se configuraron los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), respaldados por 169 metas detalladas y sus correspondientes indicadores.
Actualmente, solo el 17% de las metas de los ODS están progresando, mientras que casi la mitad está experimentando un progreso mínimo o moderado, y más de un tercio está estancado o retrocediendo. El progreso ha sido significativamente obstaculizado por la persistente pandemia de COVID-19, la escalada de conflictos, las tensiones geopolíticas y el creciente cambio climático.
Esto es lo que destaca el Informe sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2024, el informe que se elabora anualmente desde la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible por los Estados miembros de la ONU en 2015.
Este año el documento ofrece una cruda revisión de la realidad y destaca tres prioridades urgentes: financiar el desarrollo, paz y seguridad, y aumento de las inversiones y asociaciones efectivas para impulsar transiciones críticas en alimentos, energía, protección social y conectividad digital.
El ODS 16, en el cual se centra nuestra actividad, es uno de los objetivos que enfrenta los desafíos más importantes. Este pretende promover sociedades pacíficas e inclusivas, facilitar el acceso a la justicia para toda la población y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles.
Centrándose en los déficits de gobernanza, el ODS 16 aborda las causas fundamentales de muchos de los problemas relacionados con el desarrollo, entre ellos la corrupción y el soborno en todas sus formas (meta 16.5), fenómenos que, al insinuarse en aquellas situaciones donde convergen monopolio de poder, discrecionalidad en las decisiones y ausencia de mecanismos de control afectan a los derechos humanos en su integralidad –civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales–, debilitando la gobernabilidad y las instituciones democráticas, fomentando la impunidad y socavando el Estado de derecho.
El informe 2024 advierte que el aumento de los conflictos y de la delincuencia organizada violenta persiste en todo el mundo, causando un inmenso sufrimiento humano y obstaculizando el desarrollo sostenible. El número de desplazados forzosos alcanzó la cifra sin precedentes de 120 millones en mayo de 2024. El número de víctimas civiles en conflictos armados aumentaron un 72% en 2023.
La corrupción sigue desviando recursos del desarrollo sostenible, y una de cada cinco personas afirma que le han pedido que pague o ha pagado un soborno a un funcionario público en los últimos 12 meses. Con un tercio de los presos sin condena en todo el mundo, es imperativo lograr procesos judiciales justos y mejorar las condiciones penitenciarias.
En resumen, a falta de seis años para que la Agenda 2030 llegue a su fin, es preciso actuar con urgencia para combatir la corrupción y la delincuencia organizada, fortalecer el Estado de Derecho y el acceso a la justicia y proteger los derechos y las libertades fundamentales.
Desde FIBGAR seguiremos aportando nuestro granito de arena. Por ello, este año hemos decidido dedicar la XVIII edición de los Cursos de Verano en Torres al “El Derecho de la Unión Europea ante los Objetivos de Desarrollo Sostenible”. El programa puede descargarse aquí.
