Un reconocimiento tardío pero necesario: las víctimas del nazismo y el estalinismo
Desde el año 2009, la Unión Europea reconoce el 23 de agosto como el Día Europeo en Conmemoración de las Víctimas del Nazismo y el Estalinismo. Esta fecha conmemora el día en que se firmó el Pacto Molotov-Ribbentrop entre Alemania y la Unión Soviética en 1939, que acordaba la no agresión entre ambos países y, en secreto, se dividían el continente europeo en dos zonas de influencia distintas.
Sin embargo, el día 23 de agosto no fue elegido para conmemorar el Pacto, sino para recordar a la ciudadanía las consecuencias de este fatídico acuerdo: una guerra mundial que supuso la comisión de los crímenes más atroces vistos hasta la fecha en Europa. Con este día, la Unión Europea pretende “preservar la memoria de las víctimas de las deportaciones y las exterminaciones en masa, enraizando al mismo tiempo más firmemente la democracia y reforzando la paz y la estabilidad en nuestro continente”.
Durante años, especialmente durante la Guerra Fría, la memoria de Europa se centró en el Holocausto y sus víctimas. El continente no había conocido un genocidio de tal magnitud, y poco a poco fue arrojando luz a los acontecimientos vividos por la población judía, enjuiciando a sus principales responsables en los reconocidos Juicios de Núremberg, elaborando leyes de compensación y rehabilitación, y dando reconocimiento a las víctimas a través de una cultura de conmemoración en monumentos, museos u obras televisivas y literarias.
Este no fue el caso para las víctimas del estalinismo, que no recibieron la misma atención hasta la caída del Muro de Berlín en 1989. Con la disolución de la República Democrática Alemana y el colapso del régimen soviético, se desvelaron las atrocidades que hasta entonces habían estado silenciadas: torturas, desapariciones forzadas y deportaciones a campos de trabajo y de exterminio.
A pesar de que la Asamblea Parlamentaria del Consejo Europeo ya había equiparado los crímenes del nazismo con aquellos cometidos por los regímenes “comunistas totalitarios” en su Resolución 1481 de 2006, el final de la falta de reconocimiento de las víctimas del estalinismo llegó a través de la Declaración de Praga en 2008, en la Conferencia sobre conciencia europea y comunismo.
Esta declaración, de la que fue precursor el gobierno checo, fue resultado de la reunión entre políticos europeos, expresos políticos e historiadores que demandaban la condena de los crímenes del estalinismo y la educación de la población acerca de lo sucedido bajo el yugo estalinista. Lo más destacable de la Declaración fue el establecimiento del Día que conmemoramos hoy, el Día Europeo en Conmemoración de las Víctimas del Nazismo y el Estalinismo.
Así, se abrió la puerta definitivamente al recuerdo y el reconocimiento de las víctimas de ambos regímenes, y el Parlamento Europeo comenzó a incluir esta tendencia en numerosas de sus resoluciones dedicadas a la memoria y a la educación sobre la historia europea. Su Resolución sobre la conciencia europea y el totalitarismo, de abril de 2009, señala que Europa no estará unida a menos que se establezca una visión común sobre su historia y reconozca el nazismo y el estalinismo como un legado común. En su Resolución sobre la importancia de la memoria histórica europea para el futuro de Europa, de septiembre de 2019, el Parlamento Europeo hace hincapié en que sigue siendo necesario sensibilizar y educar a la población acerca de los crímenes cometidos por el estalinismo y llevar a cabo una evaluación moral y jurídica, a la vez que investigarlos de manera judicial. Por último, su Resolución sobre la conciencia histórica europea, de enero de 2024, expresa la preocupación del Parlamento de que siga existiendo incompatibilidad en los diferentes marcos de memoria en Europa, a la vez que reconoce los crímenes cometidos por los regímenes totalitarios nazis, fascistas y comunistas.
En la Europa actual, donde se vive un auge de los extremismos parecidos a aquellos que favorecieron la aparición de una mancha negra en la historia europea y mundial, es más clave que nunca recordar y educar a la población no solamente sobre los crímenes perpetrados bajo los yugos nazi y estalinista, sino también sobre las causas que permitieron el ascenso de estos regímenes al poder y las consecuencias que estos tuvieron en la Europa que conocen hoy.
Por ello, desde FIBGAR, lanzamos el curso online y gratuito “MEM4EU: memoria democrática para una juventud europea”, donde puedes aprender acerca los diferentes regímenes que dominaron Europa en el siglo XX, la Unión Europea como proyecto de paz, qué políticas de memoria se han impulsado en Europa, cómo está España en su lucha por la memoria democrática, y las amenazas antidemocráticas que vive Europa.
Nadia Gayoso de la Calle, Responsable de proyectos.
23 de agosto de 2024.